YunJae Sarang

YunJae Sarang
amor yunjae

martes, 2 de octubre de 2012

AMOR EN TIEMPOS DE GUERRA CAP 6



CAP 6
-¿Y qué hace aquí, joven? –preguntó la ama de llaves de la mansión.
JaeJoong se quedó callado. Evitó llorar y volteó la mirada hacia la ventana de lo que sería su habitación.
-El coronel es una buena persona. Me alegra que haya encontrado a un compatriota suyo. ¿Pero, cómo lo encontró?
 -Soy prisionero del campo…
La mujer se alarmó. Recién cayó en cuenta de la ropa desarreglada del muchacho y sus ojos tristes.
-Ya veo…
La anciana dejó de hacer la cama rápidamente y se fue de la habitación sin decir más.
JaeJoong sabía lo que pasaba. Así que siguió en secreto a Margaret, quien entró a la oficina del coronel.
-¡Señor! ¡¿Pero qué ha  hecho?! ¡ha traído a un prisionero aquí!
-Margaret, sé que no le parece bien. Pero por favor confíe en mi. Hay algo en ese muchacho que me intriga.
-Entonces, ¿no debería matarlo?
-No, Margaret. Ni yo sé por qué lo tengo retenido aquí. Pero desde que lo vi… sentí ese deseo atroz de protegerlo.
-Señor… ¿Es homosexual?
 -Sí, mi estimada Margaret. Lo acabo de descubrir con aquel jovencito. Y eso me aterra. Faltarle al Fuhrer, me aterra de sobremanera. Sé que debería renunciar inmediatamente a mi cargo.
-Señor…
-Presentaré mi carta de renuncia mañana. Está decidido. No me harán nada, Margaret, tranquila. Además tengo suficiente dinero con esta hacienda, y nadie sospechará que soy homosexual.
-Está bien señor. ¿Quiere que le ayude en algo al joven?
-Ve a su habitación y tratalo bien.
Kim tenía sentimientos encontrados. No sabía qué pensar cuando la ama de llaves abrió la puerta y sorprendida lo vio ahí.
-Vaya, está aquí, joven.
-quiero hablar con el coronel.
-Pasa JaeJoong –dijo el coronel.
-Señor, le pido… le ruego que me devuelva al campo…
-Ahí terminarás muerto. Es mejor que estés aquí. O, ¿es por tu novio?
-Señor, por favor…
-Ya veo. Es por él. Pues, mi respuesta es no, JaeJoong. Te quedarás conmigo y aprenderás a amarme.
-¡¿Quién es usted para separarme de Min?!- gritó el joven, con lagrimas en sus mejillas- ¡usted también es como yo! ¡Un marica! ¡Una persona despreciable por la sociedad…!
El coronel se levantó de su asiento y cogió a JaeJoong de los brazos, arrinconándolo contra la pared.
 -¡Entonces te gustaba como te la metía no! ¡Gritabas de placer!
En seguida, Yunho frotó su hombrpia en el cuerpo de Jae, quien lloraba al ser parte de esto.
Luego cogió a su prisionero del mentón y lo obligó a fundirse en un salavje beso. El coronel mordía los labios del joven, haciéndolo sangrar.
-Ahora me conocerás- susurró el coronel.
Y dejándolo de besar, abrió el pantalón de Jae y en seguida lo desivistió. Mietras el joven gritaba y lloraba.
Lo empujó al suelo y Kim cayó adolorido. El coronel se desnudó  en ese momento, y agarró a Jae de las muñecas cvon fuerza, para luego besarle con furia y morder su cuerpo con rabia.
El coronel entonces, entró en el estrecho pasaje de su prisionero. Quien gritó al ser invadido. Fuertes embestidas lo siguieron. Y JaeJoong sentía que lo partían por dentro.
El cuerpo del coronel bañado en sudor, se contrajo y esparció su semilla en el interior de su sirviente.
Salió de Jae, quien lloraba fuertemente y se trtaba de tapar con su ropa.
-Vístete- ordenó fríamente el coronel.
El joven le hizo caso. Recogió sus ropas y se vistió a un lado de la oficina, sollozando aún. El coronel hizo lo mismo.
-Ándate ahora, Conoce tu nueva prisión. –dijo el coronel una vez que ambos estuviesen vestidos.
JaeJoong no quería nada. Sólo fue hacia su cuarto, llorando y maldiciendo al coronel Jung. Prefería estar con Chang, muriendo con él, que viviendo con un monstruo.
FIN CAP

martes, 7 de agosto de 2012

AMOR EN TIEMPOS DE GUERRA CAP V


CAP V


 El soldado los condujo malhumorado hacia la oficina. Pasaron x lugares horribles viendo el trabajo sobrehumano que hacían los capturados. Llegaron, luego, a un horno gigante que emitía olor a carne quemada. Ambos enamorados palidecieron cuando vieron los crematorios y una serie de cadáveres esqueléticos amontonados a su alrededor.
Entraron a un lugar donde no escuchaba nada, donde el silencio era el ruido. En seguida, los amantes cayeron en cuenta que habían entado a las oficinas.  El soldado los guió hasta una oficina ubicada en un pasillo oscuro. En la puerta se leía “Coronel Jung”.
-Esperen acá, basuras.
Pero no hubo mucho que esperar. El coronel estaba en el pasillo. Abrió la puerta y entró primero. Se sentó cómodamente en su silla y les indicó a sus compatriotas que pasen.
-Tú –indicó a ChangMin-. Te vas a seleccionar los clavos, un trabajo fácil.
-Gracias, mi coronel…
-Tú –miró a JaeJoong-. Vienes a mi mansión que está  n el pueblo.
-Pero, señor… yo…
-¿Estás contradiciéndome? –preguntó calmo Jung-. Aquí no eres nada más que un prisionero. Te puedo disparar en la sien si es que no obedeces mis órdenes.
-¡Señor! ¡JaeJoong estará gustoso de servirlo! –exclamó ChangMIn.
-Pero.. Chang…
-Esta decidido. Firmaré este papel para que te transfieran a Utilería. Tú –miró a JaeJoong-. Me acompañas ahora.
-Pero.. señor… _JaeJoong hacía todo lo posible para no separarse de su novio.
-¡Mierda! –vociferó el coronel-. Una negativa más y los mato a ambos.
-¡No, señor! ¡Por favor! –ChangMin se arrodilló ante Jung-. JaeJoong ira con usted, señor. Jae.. anda..
JaeJoong derramó gruesas lágrimas al verse separado de su ángel. Miró por ultima vez a ChangMin, quien sonreía como cuando se conocieron. Sabía que ésta sería la ultima vez que lo vería.
Captor y capturado salieron por una puerta aledaña. Ahí había un carro esperándolos. El coronel Jung subió, una vez que el chofer le abriera la puerta. JaeJoong qusio subir, pero Jung lo miró furioso cuando el joven se asomó por la puerta del auto.
-Tú, anda con los muebles.
JaeJoong obedeció. Caminó hacia atrás del auto, donde había un camión que llevaba varias cosas. Subió con pesar al camión. Acomodándose entre las cosas que habían.
El auto en el que iba Jung partió y con este el camión.
JaeJoong quería evitar llorar. Era imposible que lo hubieran separado de Min. Pero, ¿por qué el coronel los separó? ¿Y qué hacía llevándolo a su mansión? ¿Por qué no le permitió quedarse con su amado?
Esas preguntas rondaban en la cabeza del joven prisionero y asi sin darse cuenta, llegaron al pueblo, un hermoso lugar alejado de todo el martirio. El no podía creer que cerca a ese pueblo tan apacible hubiera un campo de exterminio.
Entonces el camión paró. Jae se sorprendió al ver la hermosa mansión que estaba ahí. Era digna de llamarse una mansión alemana.
Vió que el coronel bajaba del auto. Salto del camión y se puso a su costado, esperando alguna orden.
Pero el coronel no le decía nada. Sólo indicaba a sus sirvientes donde deberían de poner tal mueble,tal jarrón, tal cuadro. Pero a Jae no le pedía nada.
-¿Señor? ¿Le puedo ayudar en algo? –pregunto el prisionero.
-Margaret, ven por favor. Lleva a este joven a un cuarto. Que este en el quinto piso. –Jung le habló a una anciana de mirada dulce.
-Si señor. Joven por aquí. –indicó la ama de llaves llevándose a JaeJoong.
Y el joven vio como se cerraban las puertas de la mansión.

FIN CAP

sábado, 21 de abril de 2012

AMOR EN TIEMPOS DE GUERRA CAP IV


CAP IV
Pasaron 5 días encerrados en aquellos vagones. Los seres más débiles morían el camino. No había comida ni agua… La gente quería morir… Y sólo era el principio del infierno.

Al sexto día, el tren se fue deteniendo, indicando que ya estaban llegando a su horrible destino. ChangMin despertó a JaeJoong, quien dormía plácidamente con la cabeza apoyada en el muchacho de tez morena. Le daba un inmenso pesar despertar a JaeJoong, quería que siguiera durmiendo y que no despertara para no encontrarse con su realidad. Pero tuvo que hacerlo, el tren paró y la gente se comenzaba a levantar.
JaeJoong abrió los ojos, viendo aquel rostro triste y preocupado de su novio.  Se incorporó con pesar y cogió su pequeña maleta que le habían permitido llevar.
-Vamos, tenemos que salir –dijo Chang
Y así abrieron la pesada puerta de metal. Y los rayos de luz entraron, provocando un malestar general. Se escuchó voces de hombres gritando en alemán y ladridos de perros.
La multitud comenzó a bajar, siendo custodiada por los soldados. JaeJoong bajó primero y ayudó a su novio a descender del vagón.  Y vio el grave estado en el que se encontraba su acompañante.
Tenía los ojos rojos, el brazo amoratado, la ropa desaliñada. Un bulto en el estómago del menor llamó la atención de Jae. Sí, tenpia una gravísima hemorragia interna. Algún órgano se estaba desangrando y no podían hacer nada.
-No te preocupes mi amor -dijo ChangMin.
-Pero Minnie…  -y el joven comenzó a llorar.
Escucharon a los soldados ordenando que hombres y mujeres se separen. Las familias entraron en un pánico terrible. Niños que no querían separarse de su mamá. Esposos que no querían estar distanciados.
Una vez separadas las familias, ambos grupos se dirigieron a sus campos de trabajo. Ahí fueron separados los ancianos o los que eran considerados “inútiles” por los soldados. ChangMin disimulaba lo más que podía su horrendo dolor.
-Tú, tú, tú –dijo un soldado señalando a quienes deberían morir.
Los sentenciados no pusieron resistencia, se resignaron a la muerte. Tal vez eso era mejor. Morir.
Y entró el hombre que había asesinado a la mujer embarazada. JaeJoong lo reconoció por su mirada fría y siniestra.
-Sargento Van, ¿ya están listos? –preguntó el recién llegado.
-Sí, coronel Jung.
Y JaeJoong volteó inmediatamente. Y vió los ojos rasgados del coronel…
Y sus miradas se encontraron.
-Y esos dos coreanos, ¿qué hacen ahí? –preguntó el coronel Jung.
-Los arrestaron por homosexuales, mi coronel.
-Ya veo. Es una lástima que compatriotas míos sean sacrificados. Pero no se puede esperar nada de gente como esa. Malogran la raza.
El coronel se acercó a los dos prisioneros, los miró. Y se dirigió a JaeJoong, susurrándole en coreano.
-Eres muy lindo… No te preocupes serás mi protegido. Tal vez un día nos podremos encontrar eh? Pero, ¡aigo! Tu amante me matará. Ammm, creo que mejor no me acerco mucho a ti eh? Porque yo no quiero que mueran, son mis compatriotas… Más bien, los protegeré… Justo necesitaba a dos personas que sepan el idioma. Mi alemán no es muy bueno.
-¿Señor? –preguntó el sargento, al ver que su coronel conversaba más de lo debido.
-Peter, lleva a estos dos a mi oficina ¿si?
-Pero,, señor…
-Sabes que yo soy quien manda aquí, Peter. Y te ordeno que los lleves a mi oficina…
-Si, señor.
Y la vida les sonrió nuevamente a los dos jóvenes prisioneros. Pero JaeJoong, temía. Aquel hombre era capaz de matar a un niño y a una mujer embarazada.

jueves, 19 de abril de 2012

MARCAS DE DESAMOR CAP IV


CAP IV:

POV YUNHO:

Me siento en su cama viéndolo más tranquilo con mi presencia. Jae sollozaba poco.  Sé que este es un momento muy difícil...
-JaeJoong, ¿iras al juicio? -pregunto nervioso.
-No lo sé, doctor. Tengo miedo de verlo. su mirada me aterra...
-Ya JaeJoong tranquilo, ¿sí? Más bien, cuéntame de tu familia.
.Ahh, pues. Tengo ocho hermanas jejejeje.. Si demasiado.. Amm, mi padre es escritor y mi madre administradora, por lo que ambos lados están balanceados.. Jejeje.. mi padre no es nada bueno en números ni en llevar los gastos de la casa.. Pero si es muy bueno tranquilizando a las personas. También es muy sensible.. Por lo que tiene una casa hogar para niños y ancianos pobres... Mi madre es más centrada y realista.. Siempre bajando de las nubes a mi padre... Bueno eso es todo...
-Oh ya veo -digo sonriente.
-¿Y ustes, doctor?
-Ah, pues yo vengo de una familia pobre.. Sigo siendo pobre de hecho... Casi toda mi mensualidad la uso para pagar el enorme préstamo que pedí por mis estudios... Vivo en una casita de un barrio pobre de Seúl y con muy pocas comodidades.
-Pero que bien, doctor -me sonríe tiernamente-. Personas como usted salen adelante… Debe ser muy difícil ser pobre ¿no?
-No lo creas, JaeJoong… Uno aprende a vivir su realidad. Yo no conzco mas vida que ésta. Pero quiero progresar. Claro, tu no te acostumbrarias como viviría yo..
-No, doctor… Por mi hasta dormir en la calle me parece una dicha cuando no lo tengo a el cerca.
-JaeJoong… ¿cómo fue que te secuestro?
Noto que mi pregunta le hizo daño.. Está por llorar..
-lo siento.. no me lo digas.. mejor me voy si?
-No, doctor! Tengo que sacar esto.. el sufrimiento que el me causó.. tengo que contarle a alguien---
(HACE 15 AÑOS ATRÁS)
-JaeJoong!! –gritó un niño de tez morena- Esperame! No era que íbamos a jugar en tu mansión?
-Ash! Yunnie ye te dije que no tengo mansión! Es solo una casa…
-Ja claro una casa… una casa que tiene piso de mármol, un amplio jardín, pscina…
-Yah! Callate!!  Más bien, siéntate aquí Yunnie.. el chofer ya llegará…
-Esto,, JaeJoongie.. crees que debería ir a tu casa?? Mírame.. me sentiría extraño en en ese lugar lleno de lujos..
-No te preocupes Yunnie!! Además mis padres tiene que conocerte eh? Conocer a mi mejor amigo
Una limusina negra se estacionó al frente de los niños. Ambos caminaron hasta allí. Un señor bajó del carro.
-Señorito JaeJoong.. su padre dice que lo lleve de inmediato a la mansión…
-Quien eres tu?? –inquirió el niño
-Señorito JaeJoong.. su chofer no pudo venir a recogerlo.. Esta muy mal..
-Que le pasó a DongMin?? Dime!! _el niño gritó asustado
-Será mejor que lo lleve a casa.. ahí podrá verlo
-eSta bien.. vamos!! Yunnie discúlpame.. pero otro dia será..
-No te preocupes Joongie etinedo.. Anda con cuidado.
-Sí! Nos vemos!
jaeJoong subió a la limusina. El chofer cerro la puerta, sin antes dedicarle una sonrisa malévola al amigo de Joongie.
-Oye! Esta no es la ruta!! Para! –grito JaeJoong al chofer
-NO se preocupe señorito. Es una vía más directa.
-Pero este lugar me da miedo!! Te dije q pares!! PARA!!
-Callate mocoso insolente!!- vocifero el chofer y le golpeó la cabeza.
-No me pegues! Le diré a appa que me has pegado y te despedirá!!!
En eso el carro freno de inmediato. JaeJoong se cayó del asiento. Sabía que algo andaba mal… Miró al chofer, quien le sonrió de manera aterradora.
-Que pasa? –pregunto el niño con temor.
-Nada mi bello niño… Ahora estarremos siempre juntos… Eres mío…
Y de un momento a otro  el chofer se bajo del auto, y  jalo a JaeJoong aufera. El niño puso resistencia, pero no podía. Gritaba, pero en esa desolada calle, nadie salía.
El chofer lo arrastró hacía una casucha pobre.
-DEjame!! –gritaba el niño entre sollozos
-No llores mi niño,,, No sabes cuanto nos divertiremos…
El chofer abrió la puerta de la casucha y empujo a JaeJoong dentro. Cerró la puerta con seguro y arrastró a JaeJoong hasta el sótano…
jaeJoongie ponía toda su fuerza para liberarse, pero le era imposible..
En eso cayó encima de algo blando que emitió un dolor desagradable cuando el cayo.
El hombre, su captor, le rasagaba sus finas ropas con furia.
-No! No!
-Mirame Joongie..
El hombre, se posiciono sobre el cuerpecito del niño, haciendo que el pequeño no pudiera respirar… Aquello era asqueroso.
Luego, él le bajó el patalon. JaeJoongie lloraba mas fuerte cada vez. Las lagrimas de su niño excitaban a la bestia Por lo que el se saco de inmediato la ropa, dejando al aire libre su miembro hichado. JaeJoong no sabiapor que llo hacia.
El hombre comenzó a besar a Joongie. Todo su pequeño cuerpo quedo de saliva. Oir auqellos ruidos que hacia su violador, le daba al niño mas tedmor.. El niño quiso defenderse. Le pegó ahí abajo. Pero no con la fuerza suficiente.
-ASi que te gusta rudo no mi niño? Pues así será.. Te hare mio de una vez por todas! Se que te gustara, puta..
Y de pornto Joongie fue volteado.
Y sintió quue lo partian en dos.
Y sintió que rasagaban su piel muy adentro de el..
Y sintió sintió la sangre salir abruptamente de su interior.
Y Joongie gritó.
Con cada embestida, dolía mas.. Dolía mucho, demasiado,..
Y de pornto oyo un grito lujurioso.. Y su estrechez se vio inundada por auqella cosa que boto su agresor dentro de el.  Y luego, otra vez el dolor punzante, y después ssintio su interior liberado por aquel  miembro.
-Asi se hace mi niño.. –dijo calmo el hombre.
Y se levanto con toda tranquilidad de auqel sucio colchón, dejando a JaeJoongie solo. El niño lloro mas fuerte. SE incorporo con mucha dioficultad y lo que vio lo aterro..
De su interior salía sangre menzclada con esa cosa blanca. Y lloro…
Sabía que de ahora en adelante su vida seria así.

MARCAS DE DESAMOR CAP III


CAP III
Yunho llama a una de las enfermeras. Una simpática latina de piel trigueña y rostro angelical.
-María – le dice- ¿puedes llevar a Jae al baño?
-Sí claro doctor.
Veo cómo yunho le agradece y se acerca a ella para indicarle de mi estado emocional. Sé lo que le está diciendo. He desarrollado muy bien el oído.
-Vamos, JaeJoong –me dice regalándome una tierna sonrisa.
Me levanto y la sigo. Vamos a mi cuarto, donde ella pide que me saque el polo. Lo hago, mientras ella ve asustada mis cicatrices en el pecho. Luego me lleva al baño, donde abre la llave de la ducha y con una esponja comienza a jabonarme el pecho y la espalda. De cuando en cuando me hablaba de su tierra natal; Perú.  Dice que es un país muy hermoso y muy pobre, con hartos recursos y sin embargo pobre. Luego me pasa un paño comenzado a enjuagar mi pecho. Después me lava la cabeza y me la enjuaga, mientras veo como la suciedad sale en el agua. Comienza a lavarme los pies y las piernas, yo me pongo nervioso. Ella nota mi nerviosismo.
-Bueno Jae hemos terminado. Ya estás limpio.
-Gracias.
Me lleva a mi cuarto y escoge ropa para mí.
-Vístete ¿si?
Sale del cuarto y me quedo solo, seco mi cabello notando lo limpio que está. Me visto.
-¿Ya terminaste?
-Ajá, puedes entrar
María entra a mi habitación, junto con Yunho.
-Jae, te bañaste.
-Sí doctor…
Veo como me dirige una mirada extraña… Me pongo nervioso por lo que huyo de sus ojos.
-Bueno….  Gracias María.
-De nada doctor.
-Ahhh, Jae.. Mañana empieza tu terapia grupal, ¿ok? Intenta ir.
-Sí doctor iré.
-¡qué bueno que vayas! ¡Me alegra eso!
-Dcotor.. ¿Puedo ver la tv?
-Oh sí, claro, Te dejo, Si pasa algo llama a María.
Se va de mi habitación. Me echo en mi cama.  Prendo la tele con el control. Es un canal de noticias, presto atención.
-Sunghae, quien está preso por el secuestro de Kim Jae Joong intentó huir de la prisión. La policía lo detuvo cuando estaba por saltar la valla de seguridad del área donde se encuentra recluido. El juicio contra Sunghae empezará  la próxima semana. Aún no se sabe si el joven Kim irá al juicio. El estado de salud del joven es reservado….
Grito con toda mi fuerza… Sunghae volverá... Lo sé... Vendrá a castigarme por haber huido de él.. Tengo un miedo atroz… SE abre la puerta... Por lo que yo chillo más fuerte.
Tiro todas las cosas… Es Sunghae, está aquí…
-¡JaeJoong! –siento como esa persona me abraza. Siento su calor… No es él..
-¿Doctor Jung? –levanto la mirada encontrándome con aquel rostro preocupado.
-Sí Jae… Soy yo… No te preocupes estás conmigo, nada te pasará.
Me abraza como a un niño que despierta de una pesadilla. Sentir su calor me calma… Dejo de sollozar para abrazarlo con más fuerza.
-¿Más tranquilo?
-Sí , doctor…
No sé qué me ocurre, miro sus profundos ojos..  Me siento extraño… Esta sensación… estoy muy cerca de él, nuestros alientos chocan…
-JaeJoong…yo…
-¿Sí, doctor?
-Yo…
-¡Jae, ¿estás bien?! –María, asustada, entra a mi habitación- Oh, doctor Jung, qué bueno que esté aquí.
-Sí.. –dijo el doctor soltándome.
Mis mejillas se tiñen de rojo intenso.
-Oh my god Sun, Jae!! –escucho la voz de Junsu entrando a mi cuarto, Su cara denota preocupación- ¿Qué pasó?
-Estoy bien, Junsu.
Yunho se acerca a mí, diciéndome tiernamente:
-Ay, JaeJoong… No estás bien, chico… Necesitas descansar.. hazlo ¿si?
-Está bien, doctor..
-Mira, si quieres me puedo quedar en tu cuarto hasta que duermas.
-¡nO! ¡Por favor,  no me haga esto! ¡Él volverá!
-Ya ya… Tranquilo.. me quedaré todo el día si?
-Muchas gracias, doctor…
FIN CAP III

martes, 20 de marzo de 2012

AMOR EN TIEMPOS DE GUERRA CAP 2


CAP II:
-ChangMin, ¿estás bien? ¿Qué te ocurre?
-E-estoy bien… Jae… No te preocupes… Te protegeré de lo que sea…
-ChangMin, lo siento tanto.
Y la pareja permaneció junta durante todo el camino. A su pase el camión de prisioneros recogía la miseria humana. Judíos, gitanos, homosexuales, opositores al gobierno. Todos ellos serían parte del genocidio de la “Nueva Alemania”.
Una joven mujer con la estrella de David entró llorando al camión. Llevaba en sus brazos a un pequeño de tan solo 2 años. Y además, para su gran desgracia, estaba encinta. Los oficiales la trataron como si de un animal se tratase. La golpearon en el vientre abultado para que suba al carro, la mujer ponía toda la resistencia posible. Sin embargo un oficial amenazó con matarla y a su hijo también. A la pobre mujer no le quedó más que implorar clemencia. Pero aún así los oficiales obligaron a la joven a subir, para llevarla al infierno terrenal.
-Jóvenes, ¿qué será de nosotros? ¿Nos van a llevar a los campos? ¡¿Por qué?! –lloraba la mujer- ¡Matarán a mi hijo! ¡Me matarán y con eso matarán al pequeño que está dentro de mí!
-Señora… esto es horrible. No sabía que las cosas eran tan duras… -dijo JaeJoong con pesar.
-Y ustedes, ¿por qué están aquí? No les veo ninguna estrella.
-Lo único malo que hemos hecho es amarnos. Sé que la sociedad condena a  personas como nosotros. Pero nunca pensamos que sería tan cruel –respondió ChangMIn.
-¡¿Pero qué te han hecho?! ¡Estás muy pálido!
Al oír esto, JaeJoong se asustó. Sabía, por el rostro preocupado y atemorizado de la señora, que algo no iba nada bien con su novio.
-Los oficiales me golpearon –fue lo único que pudo responder ChangMin-. Quise impedir que nos subieran aquí y termine con una patada en el estómago.
-¡Ay no! ¡Eso es muy malo! ¡Puedes tener una hemorragia interna!
Y lo que tanto temía JaeJoong se iba confirmando. Su amado, aquel con quien había compartido grandes e inolvidables momentos, se estaba muriendo.
-¡NO! ¡BAJENNOS DE AQUÏ! ¡MI COMPAÑERO ESTÁ GRAVE!-el joven gritó con todas sus fuerzas, desesperado. No quería que algo malo le ocurriera a su gran amor. Sintió unas ganas tremendas de maldecir al mundo, a Dios, a sus padres.
-JaeJoong por favor no grites más… Pueden bajarte del carro y fusilarte con toda calma… Aquí no somos nada más que prisioneros y debemos saber qué hacer y qué no hacer si queremos vivir.
-ChangMin…-lloró el joven- Lo siento tanto… Moriremos por mi culpa… Si esta noche te hubieras quedado a dormir en la casa de tus padres, nada de esto hubiese pasado. Yo tengo la culpa por pedirte que te quedaras.
-Jae… No digas que moriremos. Afronta todo lo que venga con la cabeza en alto. Haz todo lo posible por sobrevivir a este tormento.
-Nunca nos separaremos, ¿verdad?
-Nunca JaeJoong… Nunca…

FIN CAP II

sábado, 11 de febrero de 2012

AMOR EN TIEMPOS DE GUERRA CAP III


CAP III:

Ya había transcurrido media hora en aquel carro. ChangMin seguía adolorido. Y JaeJoong a su lado mirándolo con preocupación.
En el trayecto iban subiendo más prisioneros. Toda esa gente sería luego víctima de aquel genocidio.
-ChagMin, ¿estás bien? –dijo JaeJoong viendo a su compañero dormir.
-Jae.. sí estoy bien… Descansa... –respondió ChangMin medio dormido.
-ChangMin…
Y la caravana de la muerte llegó a un lugar a las afueras de Berlín. JaeJoong vió por una pequeña ventana rieles de tren… Sabía lo que les esperaba…
-¡Bajen! –ordenó un oficial
Y empezó la lenta marcha a los confines del infierno.
De pronto se oyó un grito… Era la mujer embarazada quien rogaba por que la dejen libre. El niño que llevaba en sus brazos lloraba. La mujer gritaba clemencia y se aferraba a las barandas del carro… En eso un oficial subió, le sonrió tiernamente.
Se oyó un disparo y todos voltearon asustados. La mujer yacía en el suelo con un agujero sangrante en la frente… El niño lloraba más fuerte.
-¡Cállate! –y el niño cayó al piso en las mismas condiciones que su madre.
-¡Avancen! –ChagMin avanzó al oír el grito del oficial.
JaeJong se quedó ahí parado, observando al soldado.
Y sus miradas se encontraron… Y JaeJoong vio en esas pupilas marrones una maldad temible, pero también demasiada soledad…
El oficial se dirigió hacia él. El joven se paralizó.
-Avanza- dijo con total tranquilidad.
ChangMin jaló a su compañero y lo bajó del carro.
Una vez abajo la pareja vio una multitud que era obligada a subir a los vagones. Vagones que llevaban carga de miseria humana. Los pastores alemanes, la raza de perro que miraba a la multitud mostrando sus fauces, esperando a que sus dueños les soltaran las cadenas para ir a destrozar la frágil carne humana.
Y en eso los dos enamorados fueron mezclados con la multitud y obligados a subir en los vagones como si fueran mercancía, objetos sin vida, trozos de carne.
JaeJoong subió primero, empujado por la multitud que deseaba ir con sus parientes.
-¡ChangMin! ¡ChangMin! ¡Sube! –dijo el joven extendiéndole la mano a su compañero.
ChangMin subió inmediatamente, haciendo un gran esfuerzo.
Y las puertas fueron cerradas por los soldados.
Adentro era oscuro, La gente intentaba acomodarse como sea para hacer el viaje algo más llevadero. Una mujer lloraba en una esquina. Su joven hijo la había defendido y los oficiales con toda la calma le dispararon, dejando la carne abierta.
ChangMin logró sentarse y a su lado estaba Jae… aquel muchachito de mirada traviesa que había conocido en el parque.
-JaeJoong –susurró ChangMin. ¿estás bien?
-ChangMin… Yo… lo siento mucho…
-Duerme ¿sí? Acomódate y duerme..
JaeJoong se acomodó y poco a poco su mente viajó a aquel día que conoció al muchacho que estaba sentado a su costado. Recordó en sueños, la primera mirada traviesa que le dedicó al chico de gorra azul. Y cómo sus hermanas lo dejaron por ir a ver un vestido. Y  cómo el chico se acercó a él y comenzaron a hablar. Hablaron mucho y sus pasos les llevaron a un café y ahí siguieron hablando como dos buenos amigos. Y luego, al darse cuenta de que ya era noche, cómo él acompañó a JaeJoong hacia su casa… Con la excusa de que “Un ser tan bello no debe andar a estas horas solo”.
-ChangMin… te amo –susurró JaeJoong en sueños.
-Yo también Jae…
Pero ChangMin cada vez estaba peor… Sentía un dolor punzante en su estómago y sabía que no duraría mucho en ese lugar. El se iría y escaparía, mientras JaeJoong tendría que sobrevivir… Era injusto… Daría lo que fuera por vivir al lado Jae, para ayudarlo a no quebrarse, a no llorar y a sobrevivir.
FIN CAP III